El papel clave que desempeñan los ecosistemas saludables es innegable cuando se trata de combatir la crisis climática

El pasado 20 de noviembre, la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que tuvo lugar en la ciudad costera egipcia de Sharm el-Sheikh, llegó a su fin después de quince días dedicados a la discusión y búsqueda de acuerdos sobre las acciones necesarias para alcanzar los objetivos colectivos acordados en el Acuerdo de París y la Convención. La conferencia también ofreció una oportunidad única para que la comunidad climática internacional refuerce los profundos vínculos entre las crisis del clima y de la biodiversidad, así como el papel fundamental que las soluciones basadas en la naturaleza pueden desempeñar para abordar ambas. 

Es relevante decir que, si bien los ecosistemas naturales desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y pueden ayudar a secuestrar y almacenar carbono, la pérdida de bosques, el drenaje de humedales y otras degradaciones ambientales han contribuido significativamente al cambio climático. Por lo tanto, los esfuerzos para reducir su degradación y acelerar su restauración tienen que ser parte del plan si queremos lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales. Solo tomando medidas urgentes para detener y revertir la pérdida de la naturaleza en esta década, mientras continuamos agregando esfuerzos para reducir los impactos de nuestras actividades económicas y diarias, podemos lograr el objetivo del Acuerdo de París.

Con el fin de ofrecer un marco de alta integridad para abordar estos problemas, se organizó un Día de la Biodiversidad que tuvo lugar el 16 de noviembre. Un espacio dedicado a discutir los impactos del cambio climático en la biodiversidad, así como la forma de movilizar acciones globales para detener su pérdida y reducir los impactos del cambio climático y la contaminación. Este evento también brindó la oportunidad de presentar y discutir las oportunidades vinculadas a las soluciones basadas en los ecosistemas y el establecimiento de mecanismos para aprovechar eficazmente el papel de la naturaleza en la adaptación y mitigación del clima. Los argumentos y anuncios que tuvieron lugar durante este evento de alto nivel resultan ser especialmente importantes en víspera de las relevantes decisiones que se tomarán en la conferencia de biodiversidad de la ONU COP15 a celebrarse el  próximo mes.

En ese contexto y reconociendo la necesidad de un enfoque global más integrado de las soluciones basadas en la naturaleza (NbS), la Presidencia egipcia de la COP27, el Gobierno de Alemania y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzaron la iniciativa  ENACT (Mejora de las soluciones basadas en la naturaleza para una transformación climática acelerada),  la cual busca  dar coherencia y fortalecer la colaboración entre los esfuerzos y asociaciones existentes de NbS. El objetivo es aumentar significativamente los esfuerzos globales de mitigación a través de la protección, conservación y restauración de ecosistemas terrestres, dulceacuícolas y marinos ricos en carbono.

"La naturaleza es nuestro aliado más poderoso en la lucha contra las crisis del clima y la biodiversidad. Los ecosistemas intactos almacenan dióxido de carbono, aseguran nuestros suministros de alimentos y agua y nos protegen contra los desastres. Además, las soluciones basadas en la naturaleza pueden crear empleos y contribuir al desarrollo económico y social", dijo Steffi Lemke, Ministra Federal de Medio Ambiente de Alemania.

Otro punto clave a destacar fue la relevancia que tuvieron algunos ecosistemas costeros y marinos durante el evento. Es bien sabido que el océano desempeña un papel fundamental en el ciclo mundial del carbono, y los ecosistemas oceánicos saludables son vitales para la adaptación y mitigación del clima; así como cruciales para la humanidad por los servicios que brindan (alimentos, vivienda y medios de vida). Por lo tanto, con la COP27 teniendo lugar en Sharm El Sheikh, los arrecifes de coral del Mar Rojo tomaron un papel protagónico con la presentación de la Iniciativa del Mar Rojo por parte del gobierno egipcio en asociación con USAID, PNUD y el Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral. Igualmente representados estuvieron los manglares, con el lanzamiento del  programa Mangrove Breakthrough,  codirigido por la UICN en colaboración con los Campeones Climáticos de Alto Nivel de las Naciones Unidas, que se propone asegurar 15 millones de hectáreas de manglares en todo el mundo para 2030. 

Todos estos compromisos deben materializarse lo suficientemente pronto y con la contundencia necesaria para vencer la carrera contra el calentamiento global y evitar los puntos de inflexión identificados por la ciencia. Teniendo en cuenta que la naturaleza no solo debe ser vista como un aliado importante, dada su capacidad para mitigar y revertir el cambio climático, sino también como el garante de la vida en el planeta y el proveedor de todos los servicios ecosistémicos de los que depende la humanidad para su supervivencia.

Escrito por: Susana Barreto