a mayoría de las sabanas de todo el mundo están amenazadas con desaparecer en el futuro debido a las actividades humanas directas e indirectas.

Como la mayoría de los ecosistemas de la Tierra, existe un delicado equilibrio entre factores bióticos (componentes vivos de un ecosistema) y abióticos (componentes no vivos de un ecosistema), que permiten que las sabanas prosperen. Estos paisajes herbáceos, formados por comunidades mixtas de arbustos y pastos intercalados por árboles, están experimentando cambios que comprometen su ocurrencia, tal como los conocemos; transformándose en ecosistemas novedosos ante nuestros ojos. La creciente población humana ha estado ejerciendo presión a través de actividades como la agricultura, el desarrollo urbano, así como el uso insostenible del agua y los métodos de riego de ríos y lagos, lo que deja muy poca agua en el ecosistema para que florezca la vida.

Otras actividades humanas, como la industria maderera, han transformado los pastizales, al despejar grandes áreas de estos ecosistemas en África, Australia y América del Sur. También se sabe que los pueblos nativos del pasado esculpieron muchos paisajes en pastizales utilizando el fuego como herramienta de gestión. Con la eliminación de los regímenes tradicionales de quema, los tipos de ecosistemas alternativos, como los bosques, están reemplazando muchas sabanas. Además, la introducción de una serie de especies de plantas exóticas en todo el mundo ha modificado aún más la composición de las sabanas herbáceas en matorrales leñosos. Finalmente, con el aumento de las actividades de calentamiento global, el cambio climático inducido por el hombre ha comenzado a alterar la estructura y función de muchas sabanas. El aumento de las sequías y la disminución de los niveles freáticos amenazan con convertir extensos pastizales en regiones áridas y desérticas.

Existen diferentes tipos de ecorregiones de sabana en todos los continentes, excepto en la Antártida. Estos incluyen sabanas tropicales y subtropicales (Serengeti, Tanzania), pastizales templados (Great Plains, EE. UU.), Sabanas mediterráneas (sur de Europa), sabanas inundadas (Everglades, EE. UU. / Sudd, Sudán) y sabanas montañosas (gran altitud). En general, se pueden encontrar entre los biomas del desierto y la selva, principalmente cerca del ecuador. Con una amplia gama de distribución, estos ecosistemas sustentan formas de vida únicas, muchas de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar. La sabana más grande se puede encontrar en África, donde casi la mitad de la masa terrestre del continente está cubierta de pastizales de sabana, que albergan algunos de los animales más reconocibles del mundo, incluidos leones, hienas, rinocerontes, elefantes, cebras y elefantes.

Para asegurar el futuro de este ecosistema único y rico en diversidad, se dispone de una gama completa de opciones, como protección, gestión sostenible y restauración. Es por eso que el próximo mes de septiembre, en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, se votará una moción para actuar con urgencia para detener las amenazas inminentes, crear conciencia y fomentar compromisos reales con la conservación de los pastizales y la sabana.

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