“Construyendo un futuro compartido para toda la vida” es el lema del Día de la Biodiversidad de este año.

El lema de este año busca impulsar el marco final que mostrará el camino para conservar mejor la biodiversidad de la Tierra para las próximas décadas. En septiembre de 2020, tras la publicación del quinto informe “Global Biodiversity Outlook”, que advertía que el mundo hasta ahora no había logrado detener la destrucción de la vida silvestre y los ecosistemas que sustentan la vida al no cumplir en gran medida con los 20 objetivos de biodiversidad de Aichi, la necesidad de un nuevo plan estratégico se volvió urgente. A partir de ese momento, comenzó la meticulosa construcción de un nuevo y ambicioso marco de biodiversidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

La visión de este marco es un mundo de "Vivir en armonía con la naturaleza", donde "Para 2050, la biodiversidad se valore, conserve, restaure y utilice de manera inteligente, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sustentando un planeta saludable y brindando beneficios esenciales para todas las personas".

Debido a la pandemia de Covid-19, estas reuniones y negociaciones se han demorado más de lo esperado y el resultado final está muy atrasado. Todo comenzó con el primer borrador del marco global de biodiversidad (GBF), publicado en julio de 2021; y luego de tres reuniones previas, continuará con la Cuarta Reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta (WG2020-4), a realizarse del 21 al 26 de junio en Nairobi, Kenia. Finalmente, a fines de este año, en la reanudación de la sesión de la COP-15 (en Kunming, China), concluirán las negociaciones y se presentará a consideración el GBF posterior a 2020. Este acuerdo debe dar como resultado objetivos ambiciosos pero viables que protejan y restauren la naturaleza, mientras comparten de manera equitativa y sostenible las contribuciones de la naturaleza a las personas..

Los cuatro objetivos a largo plazo del GBF Post 2020 se relacionan con:

• mayor integridad de todos los ecosistemas;
• valorar, mantener o mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas a través de la conservación y el uso sostenible;
• distribución justa y equitativa de los beneficios de la utilización de los recursos genéticos; y
• cerrar la brecha entre los medios de implementación financieros y de otro tipo disponibles, y los necesarios para lograr la Visión 2050.

Al revisar el marco anterior, queda claro que muchas Metas de Aichi tenían dependencias implícitas en los ecosistemas. Pero las referencias explícitas se dispersaron entre múltiples metas para tipos de ecosistemas particulares (por ejemplo, bosques en la Meta 5 de Aichi y arrecifes de coral en la Meta 10 de Aichi), en lugar de bajo la meta general para salvaguardar la biodiversidad (Objetivo C); esto dejó muchos tipos de ecosistemas sin un punto de referencia claro.

En el artículo de perspectiva Fundamentos científicos para un objetivo ecosistémico, hitos e indicadores para el marco global de biodiversidad posterior a 2020, publicado por algunos miembros del Grupo Temático LRE, se propone que para tener un objetivo ecosistémico eficaz respaldado por la ciencia, debe incluir tres componentes centrales: área, integridad y riesgo de colapso. Al mismo tiempo, los objetivos, las acciones que son necesarias para alcanzar las metas, deben abordar las vías hacia la pérdida y recuperación de ecosistemas, incluida la protección de los remanentes de ecosistemas amenazados, la restauración de su área y su integridad para reducir el riesgo de colapso y la conservación de áreas intactas..

Asegúrese de seguir el último tramo de la carrera por este plan global en el sitio web del Convenio sobre la Diversidad Biológica, esperando el documento final que marcará el camino por el bien de la vida en nuestro planeta, y esperando que esta vez el plan para la acción incluirá metas alcanzables, integrales y realistas basadas en el conocimiento y las capacidades científicas.

Escrito por: Susana Barreto